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Prestamos de padres a hijos
#Prestamo Permitanme que hoy comience el blog con una pequeña historia que a muchos de ustedes les resultará conocida. Juan había estado soñando con tener su propio coche desde que cumplió dieciocho años. Después de ahorrar durante varios meses trabajando a tiempo parcial, finalmente encontró un coche usado que le encantaba y que estaba dentro de su presupuesto, pero le faltaba una pequeña cantidad de dinero para completar el pago. Decidió hablar con su padre, quien siempre había sido su mayor apoyo. Una tarde, después de la cena, Juan se armó de valor y se acercó a su padre, que estaba leyendo en el salón. —Papá, ¿puedo hablar contigo un momento? —preguntó Juan, tratando de sonar seguro. —Claro, hijo. ¿Qué necesitas? —respondió su padre, dejando el libro a un lado y mirándolo con curiosidad. Bueno, como sabes, he estado ahorrando para comprar un coche. Encontré uno que me gusta mucho, pero me faltan 9.000 euros para poder comprarlo. Me preguntaba si podrías prestarme esa cantidad. Te prometo que te la devolveré en cuanto pueda —dijo Juan, con la esperanza reflejada en sus ojos. Su padre lo miró por un momento, considerando la petición. Sabía que Juan había trabajado duro y que esto era importante para él. Juan, siempre has sido responsable con tus ahorros y tu trabajo. Te prestaré el dinero, pero quiero que hablemos sobre un plan de pago para que puedas devolverlo. ¿Te parece? —respondió su padre con una sonrisa. —¡Gracias, papá! —exclamó Juan, sintiéndose aliviado y emocionado al mismo tiempo—. Te lo devolveré lo antes posible, te lo prometo. ¿Puede los padres…